miércoles, diciembre 21, 2011



Estamos bebiendo y estamos bailando

La banda está tocando de verdad
Y la sabiduría con “Johnny Walker” vuela muy alto
Mi dulce compañera es el ángel de la compasión
Se frota a medio mundo contra el muslo
Los que beben, los que bailan
Alzan caras sonrientes para darle las gracias
Y el violín toca algo tan sublime
Que las mujeres se arrancan las blusas
Y los hombres bailan con sus ropas de lunares
Un compañero se encuentra, un compañero se pierde
Y se paga caro cuando el violinista para
Es la hora de cerrar
Estamos solos y somos románticos
La sidra está cargada de ácido
Y el espíritu santo está llorando
¿Dónde está la carne?
La luna está bañándose desnuda
Y la noche estival está perfumada con una gran expectativa de alivio
Con dificultad nos tambaleamos por las calles
Y subimos las escaleras hasta la torre
Donde las campanas marcan las horas benditas
Y juro que ocurrió exactamente así
Un suspiro, un gemido, un beso hambriento
Las puertas del amor cedieron unos centímetros
No puedo decir que haya ocurrido mucho desde entonces, sólo la hora de cerrar
Te amé por tu belleza pero eso no me convierte en tonto
Tú también estabas en ello y sabes que te amé por tu cuerpo
Hay una voz que suena desde lejos que declara que tu cuerpo eres tú
Te amé cuando nuestro amor fue bendecido
Y te amo ahora que no queda más que sensación de horas extrañas
Y te añoro desde que el lugar fue destrozado por los malos tiempos
Las malas hierbas del sexo parecen libertad pero se siente como muerte
Estamos bebiendo y estamos bailando pero en realidad no ocurre nada
Este sitio está muerto como el cielo el sábado por la noche
Y mi intima compañera me hace caer y me hace reír
Usa la talla cien pero lleva ropa muy ceñida
Y levanto mi copa hacia el alcohol de juventud
Que conserva los recuerdos de los años
Y todo el local enloquece dos veces
Una por el diablo y la otra por cristo
Pero a los polis no les gustan estas brumas mareadas
Nos atacan con la luz cegadora
Es la hora de cerrar.

4 Comments:

Blogger Elvira said...

Me gusta este poema, esta canción que no conocía de Leonard Cohen. Saludos

10:09 p. m.  
Blogger Mertxe said...

Cierro contigo el año, le doy un puntapié a las horas, hojas secas que se arremolinan a mi paso, voy, ¿adónde?, pero qué me importa adónde, adonde es un adverbio de lugar, el más incierto de todos los adverbios, incluso en su sentido afirmativo (verás que no le puesto acento ahora) nunca es un punto en ningún mapa, y ni falta que hacen las topografías a estas alturas de la vida.

Verás que me he puesto a tono con tus versos. Tú y yo íbamos a dejar cortito, cortito al señor Cioran.

Mi muy estimado vecino bloguero, te deseo todas esas cosas buenas que nos deseamos en estos melifluos días. Todo sea por las tradiciones (jis...).

Un gran abrazo, poeta.

12:33 p. m.  
Blogger entrenomadas said...

me gusta este poema, me gusta mucho.

Un abrazo, Aviador

9:37 p. m.  
Blogger manolotel said...

Un poema de esos en los que se oye la música sorda del recuerdo con la claridad de los días azules y se siente la tibieza de la semioscuridad
y el vaho del alcohol con sabor a besos.

Un poema para la voz profunda de la carne arañando la melancolía.

Para el amor de la madrugada cuandolos barrenderos riegan las calles con restos de carmín y de promesas.

Un abrazo, anigo

2:06 p. m.  

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